Boris Gálvez Llantén, inspirado desde los ecos de la amazonia, observó su alma danzar en las letras fosforecentes y serpentiantes. Su estilo, escuchado desde el cielo y la tierra sagrada, es guiado hacia la escritura compartiendo sus experiencias con las plantas maestras, dietas chamánicas y aprendizaje indígena.
La Madre serpiente de la selva (Tita Roni Nii), su segundo libro, recopila el inicio de su experiencia con los curanderos del pueblo shipibo conibo, ubicado a orillas del rio Ucayali en la selva peruana. De esta manera, expone su experiencia desde los dos hemisferios cerebrales dándole un sentido a sus visiones y reflexiones. Las voces de la naturaleza, los susurros del inconsciente y los cantos chamánicos lo motivaron a escribir algunos de los tesoros encontrados en los chamanes amazónicos.
(extracto)
TITA RONI NII: Experiencia con el chamanismo amazónico (fragmento)
El estudio y conocimiento de las plantas para nuestra sociedad occidental, es un tema de poco interés e importancia. La medicina actual trabaja y trata a través de técnicas que se basan en el método científico, siendo los fármacos y la cirugía el eje principal de la medicina alópata. Sin embargo, el ser humano durante siglos ha trabajado con la medicina de plantas maestras o ancestrales, los chamanes y curanderos vegetalistas lo tienen muy claro, ya que han dedicado su vida para entrar al mundo de la naturaleza obteniendo sus secretos y misterios. De esta manera será el hombre-mujer medicina el único ente que sabrá diferenciar entre un brebaje que provoque toxicidad o sanación, según su forma de preparación y dosis específicas.
El hombre que vive en la naturaleza, siendo parte de ésta, conoce y entiende todo el poder que refleja este tipo de medicina. Es debido a esto que su motivación y vida va dirigida a aprender de lo que le regala la tierra y descubrir todos sus tesoros.
La tierra entrega conocimiento sin pedir nada a cambio, sólo se conforma con amor y respeto ante sus dimensiones. No obstante, el ser humano hoy en día, se ha dormido ante este conocimiento y conexión espiritual.
La selva peruana contiene más de mil especies de plantas “espirituales o maestras”, las cuales trabajan con la sabiduría universal de la tierra. Los chamanes conocen el importante rol que cumplen las plantas sagradas en sus vidas y en el universo. Relatan que cada planta contiene su esencia o su espíritu, el cual al entrar en contacto trascendental y transpersonal con el ser humano, entrega toda su sabiduría y amor, ayudando a la sanación y al aprendizaje.
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