Hay pocas experiencias tan concretas y reparadoras como compartir una ceremonia con un chamán de una selva limpia y virgen como la del Amazonas peruano. La tierra, el aire, la vegetación, el agua, los animales te abrazan para darte un primer piso de conexión con algo más allá de la materia.
Y entre medio de ese universo de bienvenida, están las plantas maestras que nacen de lo más sagrado como es la tierra, junto con el chamán, con sus casi cuarenta años de expe-riencia vinculado a ese mundo aparentemente mágico e imaginario, se transforman en guías del alma.
Como una niña o un niño puedes abrirte a esa experiencia que no da tregua entre la cantidad de información que uno puede recibir, la que nos hace tocar el cielo o nuestros fantasmas, nuestras oscuridades de siglos, pero que finalmente nos llevan a un espacio protegido y claro. Es por eso que se festeja que alguien tome la iniciativa de plasmarlo en palabras desde una voz tan pura y genuina como lo hace Boris Gálvez en esta ruta que nos regala.
El valor de “La danza del águila”, es su invitación a conectar con lo invisible, una existencia tan real como lo que podemos ver o sentir con nuestros cinco sentidos, y que no puede tocar y despertar el corazón de nuestra guerrera o guerrero interno.
Boris Orlando Gálvez Llantén, Kinesiólogo de profesión. Desde el año 2012 es co-director del instituto Prana Kine, siendo uno de los pioneros de la kinesiología integrativa en Chile. Se ha especializado en osteopatía, acupuntura, regresiones, yoga, chi kung, entre otras herramientas terapéuticas, lo que complementa con su práctica clínica. Desde hace 8 años entra en contacto con la medicina Shipiba Coniba, iniciándose en el curanderismo vegetalista. Es autor del libro “la danza del águila (2015)” y “La madre serpiente de la selva (2019)” y Regresión Somática (2021).
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