Libro de Protocolo Colectivista Laboral Chileno Siglo XXI, Tomo 1 | Alejandro Santamaría

La presente obra pretende entregar información esencial sobre la creación de un sistema de trabajadores que influye en el ámbito laboral, social, migratorio, productivo a nivel país en general, indicando las claves del proceso de constitución de sindicatos, que nacen para la defensa justa y equitativa de los trabajadores agrícolas, en su conjunto con agricultores y productores de frutas y verduras en Chile, Sudamérica y para el mundo.
Alejandro Santamaría, orgullosamente chileno-mapuche, por mala fortuna tuvo la experiencia de perder a su abuela a los cinco años de edad y no contar con familiares directos para su crianza, viviendo de casa en casa como allegado y luego en internados, pasando por hogares Junaeb y Niño y Patria en varios pueblos del sur de Chile. Desde ese escenario ve el mundo hasta la adolescencia, con un total desapego sentimental a la vida, siempre defendiendo a sus compañeros más pequeños en los hogares y en la calle, lo que le significa problemas de distinta índole. Con el paso del tiempo llegó a la ciudad de Copiapó, donde conoció el trabajo de la fruta, que no requería mayor experiencia previa y donde trabajaban muchos obreros en la misma situación de él, habiendo crecido o vivido en familias disfuncionales, algo normal aún hoy en pleno 2025, pero con menor exposición en esa época, antes del teléfono móvil y las redes sociales. Ahí, en el desierto, muy al interior en el valle, las agrícolas disponían de alimentación y alojamiento, para muchos fue una forma de salir de la delincuencia, para otros, la manera de mantener a sus familias.
El 2020 Alejandro sufre un derrame que lo tuvo 18 meses en clínicas y hospitales en grave estado de salud. Conjuntamente, la pandemia llevó a cerrar todo el ciclo iniciado en el 2010, despido de personal, cierre de almacenes, transportes, oficinas en Chile y el extranjero. Una vez que le salvaron la vida en el Hospital Regional de Rancagua, un equipo de neurocirujanos, con pocas fuerzas y con el espíritu quebrado de confiar en el ministerio de salud y gobernantes en general, tuvo reuniones con diversos agricultores y asociados para ver qué hacer. Ahí se presenta el problema de la gran cantidad de trabajadores agrícolas y se le solicita informalmente y sin recursos de ningún sector para mantener la independencia de decisiones, ver la manera de ordenar y regularizar a los trabajadores agrícolas. En el proceso de entendimiento aparece la figura de los sindicatos de trabajadores en el marco legal laboral. Alejandro se da cuenta de los abusos y agravios que estaban sufriendo no solo trabajadores extranjeros, sino también sus compatriotas en las distintas regiones del país, lo que lo llevó a que la determinación de la defensa laboral fuera radical: replantear el sistema completo de raíz, tomando un plan de acción desde el diseño, incluyendo el Estado de Chile, los gremios frutícolas y los ministerios del gobierno involucrados en el problema.