En el Nuevo Testamento, en Mateo capítulo 1, vemos un diseño de memorias generacionales: anillos completos de abuelos, padres, hijos y nietos, dando cuenta de ciclos (anillos) de 14 generaciones. El Padre, al levantar una generación, en los anillos generacionales, tiene profecías para el cumplimiento de muchas generaciones. Dios tiene, en su código profético, las memorias de 14 generaciones, y su rollo está escrito desde lo eterno para impactar a los hijos de los hijos. Entonces, es responsabilidad de los hijos que nacen en cada generación conectarse a la memoria profética que fue soltada a la primera generación; y es labor de los padres no olvidar y traer a memoria las obras de Dios sobre ellos.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.