Río tranquilo 3° edición | Mario Labrín

El asombroso currículum de Mario Labrín incluye el haber sido preso político, exiliado, soldador, arreador de ovejas, molinero, cargador de arena, basurero, albañil, mecánico, reparador de calefactores, electricista, artesano, bailarín, actor, conferencista, poeta y concejal municipal de la comuna de Vaulnaveys-le-bas, al pie de los Alpes, en el distrito francés de Grenoble. Y es un currículum que no tiene para cuando detenerse, porque Labrín, después de convertirse en un eximio del cordero al palo y levantar con sus propias manos la casa donde vive, ahora se presenta en Chile en su faceta de narrador, para que los hijos y los hijos de los hijos conozcan las historias de su amada Patagonia.
Río tranquilo incluye dieciocho relatos del fin del mundo, donde vuelan y sobrevuelan mingas, pastoreos, corderos, salmones, ríos, lagos, volcanes, hielos y deshielos, todo sin electricidad y mucha lluvia y vientos y tragedias y afectos y gestos humanos, historias casi siempre contadas con un tono de fábula y con una voz imperturbable y coral: “Esa mañana nos despertamos…”.
Los vientos y las lluvias patagónicas son el inexorable telón de fondo de un Río tranquilo que de tranquilo tiene muy poco porque en él se cuecen historias humanas y de las otras, contadas con la placidez y el humor de quien se instala cómodamente a conversar el invierno alrededor del fogón.